Segunda Parte – Capítulo 4: Radio

4.1 La radio y su lenguaje

(FRAGMENTO)

El lenguaje radiofónico no puede seguir identificándose exclusivamente con el lenguaje oral “La música, el ruido, el silencio y los efectos especiales son parte circunstancial del lenguaje radiofónico…estos recursos pierden su unidad conceptual cuando son combinados dando como resultado un nuevo concepto” 

Lamentablemente, aunque estos elementos son entendidos por todos los periodistas, cuando se habla de radio informativo como aseguran Villafañe y otros: (…) este terreno es un campo inexplorado, con lo que la radio ve mutadas sus posibilidades expresivas en favor de una expresión fría …Esta utilización raquítica del medio le resta posibilidades expresivas y, por consiguiente, comunicativas.

La radio no es solo palabra. Es también música y sonidos. Captar al oyente depende de lo sugestivo que sea el contenido “de alimentar la imaginación del oyente con una variada propuesta de imágenes auditivas, Según el mismo investigador “para compensar la unisensorialidad del medio es menester suscitar en nuestras emisiones una variada gama de imágenes auditivas. A través del oído tenemos que hacer ver y sentir las cosas al oyente”. 

El lenguaje radiofónico hace su entrada en la audiencia por la emoción y el placer, lo que no sucede con el lenguaje de prensa. El oído oye siempre y este acto no depende la voluntad del sujeto; lo que sí depende es que, en lugar de oír, escuche lo que será directamente proporcional a la creatividad del periodista quien debe tomar conciencia de que el lenguaje radiofónico “es el conjunto de formas sonoras y no sonoras representadas por los sistemas expresivos de la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio” que debe crear imágenes a partir del sonido.

Los elementos con los que se construye el lenguaje radiofónico obligan a un pensamiento diferente en cuanto a la elaboración del mensaje. El periodista radial debe entender que la palabra o texto es muy importante pero es sólo uno de los cuatro elementos. Los otros tres son la voz que aporta la carga dramática; el sonido que describe el contexto y el sentimiento y el silencio que valora el mensaje. “Las mezclas de sonidos reales y fabricados, de música, palabra y silencio, son ilimitadas” 

 En la radio debe haber un equilibrio entre razón y emoción. En el ámbito de la razón o del intelecto la palabra debe ser corta, clara, precisa; y, en el de la emoción bien sea a través de la voz o de otros sonidos se debe llegar al sentimiento del receptor. Capturar al que oye requiere de textos claros, de contraste entre voces oscuras y claras, de música descriptiva que aporte información adicional y de sonidos de ambiente y silencios.

Resumamos las características mínimas que debe tener el lenguaje radial para que sea efectivo:

  • Para captar al oyente no olvidar que lo interesante prima sobre cualquier otra consideración.
  • La información no debe exigir que el oyente tenga que hacer un gran esfuerzo para concentrarse. 
  • Exponer la información básica, reiterarla y ser redundante. 
  • Tener siempre presente el poder de sugestión de la radio lo que obliga al periodista a generar imágenes auditivas que estimulen la imaginación del oyente: palabra, música y sonido.
  • Generar una comunicación afectiva, que no solo se dirija a la racionalidad del oyente sino que impacte su sensibilidad, su parte emotiva.
  • Desarrollar la capacidad de empatía y una voz que sea amiga, confidente
  • Creatividad: condición esencial para crear un verdadero lenguaje radiofónico.

en el que la palabra es sólo uno de los elementos. Tengamos ‘siempre’ presente que los elementos comunicativos de la radio son cuatro: palabra, música, ruidos y silencio. 

4.5 El texto o la palabra

(FRAGMENTO)

La palara es indispensable en el conjunto del lenguaje radiofónico pero no como único elemento dejando atrás las afirmaciones ignorantes de quienes identifican lenguaje radiofónico con lenguaje verbal en la radio. 

En la radio, a pesar de lo que defienden muchos, los sustantivos, los hechos o las personas deben adjetivarse no con la idea de opinar sino con la intención de describir. La palabra radial debe ser descriptiva tanto en noticia como en los demás géneros. “El candidato a la alcaldía se dirigió iracundo al estudiante que respetuosamente le preguntó sobre su plan”; “los cables de la luz están esparcidos peligrosamente por los andenes”; “de la casa sale un olor muy parecido al del gas y acaban de entrar cinco bomberos que llevan no sólo máscaras antigás sino también ropa que les protege de una posible explosión”; “los vecinos, entre curiosos y asustados, se niegan inexplicablemente a alejarse del sitio”. Describa colores, formas, lugares, espacio y tiempo. 

No sólo es importante considerar el qué, sino más que en otro medio el cómo se dice. La parte más difícil de la palabra hablada, en nuestro caso el periodista más cuando trabaja solo en cabina, es convertir un monólogo en un diálogo con “los ausentes y anónimos radioyentes”. El periodista debe dialogar, expresar ideas y sentimientos a la audiencia; debe hablar, no leer; debe conversar con el oyente, está obligado a “crear” un tú, con quien conversa. No le tenga miedo a oírse.

Escribir para radio es redactar cumpliendo las funciones periodísticas de la comunicación y en ello no se diferencia de los otros medios, no obstante no podemos olvidar que escribimos para el oído lo que implica como asegura Nuñez “máxima concentración informativa, rapidez de lectura y mínimo esfuerzo de interpretación”. El principio de la economía de palabras así como de su sencillez han de estar en nuestra mente a la hora de redactar un texto radiofónico.

Enunciemos algunas características que debe tener el texto para radio 

  • Estilo coloquial o conversacional, su voz está llegando al oído de alguien por tanto no tenga miedo de decir palabras cercanas, refranes o expresiones orales que seguramente no se admitirían en otro medio. Renunciemos a los términos académicos o técnicos de poca comprensión para que ganemos en calidad expresiva y comunicativa. “El mundo globalizado genera mayor analfabetismo”, buena oración, pero intentemos escribirla en términos que cualquiera la comprenda…
  • El lenguaje debe ser sencillo y cuando haya necesidad de usar términos técnicos deje que sea la fuente la que los diga para que usted aproveche y le pregunte, en forma sencilla, qué quiere decir el término y en qué afecta al oyente; de tal forma que el oyente no se sentirá ignorante y se identificará con usted: los dos tienen la misma duda, la misma pregunta.
  • Emplee oraciones que no excedan 30 palabras y que respondan a la estructura de sujeto, verbo y complemento.
  • Exprese una sola idea en cada oración.
  • Si necesita mencionar cifras aproxímelas o compárelas con algo que le sea familiar al oyente. En este caso use conectores como “esto quiere decir que…”
  • Cuantos menos signos de puntuación use será más fácil leer el texto y olvídese del punto y coma ya que esto indica el desarrollo de otra idea, o una oración subordinada. Ese fantástico punto y coma que es tan necesario en la prensa o en la literatura no debería aparecer en los textos para radio. El resto de signos son casi innecesarios. No se justifica el uso de los dos puntos, los paréntesis y menos los guiones puesto que esos signos se usan para ideas adicionales que lo que harán será confundir al oyente, Así que cuando esté escribiendo para radio considere innecesario usar comas aclaratorias, punto y coma o los demás signos a los que hemos hecho referencia eso, sin duda, le dará la pauta para hacer otro párrafo. 
  • Trate de evitar las frases en negativo, busque la forma de decirlo en positivo. Ejemplo: Se mantendrá la tarifa en lugar de No se aumentó la tarifa; El candidato de la izquierda ganó la alcaldía lugar de  el candidato de la derecha perdió la alcaldía. 
  • No son convenientes los párrafos muy largos porque el oyente puede confundirse hasta que llega un momento en el que ya no recordará el Qué del que partió la noticia.
  • Evite muletillas e informaciones obvias como: me gustaría preguntarle, quisiera saber, puede decirnos y otras introducciones innecesarias a la pregunta. 
  • En la redacción radiofónica informativa se redacta en presente y en voz activa para darle más fuerza e interés a la noticia: el presidente interviene en…, se rescatan los heridos…, el virus ataca…, baja el precio del dólar. 
  • Evite pronombres y extranjerismos:   tenga siempre presente que usted se enfrenta al peligro constante de que el oyente pase de escuchar a oír. En aras de evitar confusiones no utilice pronombres puesto que el oyente puede confundirse en cuanto al sujeto, repita el nombre, el apellido o el cargo. Con este mismo propósito trate de no usar palabras en otro idioma o si es necesario dar su traducción y explicar porqué se usa ese término.  Está probado que si el oyente no entiende el término sentirá complejo de inferioridad cultural y dejará de sintonizar el programa. 
  • Utilice como recurso el adjetivo  que nos permite detallar, especificar la realidad para que el oyente pueda imaginar a partir de nuestras palabras.
  • Así mismo son válidas la comparación y la metáfora ya que contribuyen a que el oyente construya mentalmente la imagen.

4.6 No le tema al silencio

El silencio es el tercer elemento del lenguaje radiofónico aunque no nos referimos a silencios prolongados que hagan que el oyente se pregunte ¿qué pasó? pero sí a la pausa medida entre un tema y otro; después del testimonio de una fuente; de la voz entrecortada del entrevistado; de los gritos de la gente que huye de un desastre. Es el silencio respetuoso, el que obliga a pensar, el que permite que el oyente comprenda lo que el periodista o la fuente acaban de expresar.

No le tenga miedo al silencio ni trate de evitarlo con repeticiones o con los “ummmmm”, “ehhhh” o con frases que no terminan. El texto radial exige naturalidad y ‘coloquialidad’; que usted se sienta hablando con un amigo por tanto no hará las pausas …..

Si desea profundizar en el tema